en mi rincon favorito de la casa.
da igual que llevemos una semana peleando con el calentador,que ha decidido ponerse en huelga,y lavarse a retales y con mucho respeto de ponerse bajo el despiadado chorro de agua congelada.solo espero a ese momento del dia,que se produce en la sobremesa.ni antes ni despues, sólo en el momento después de comer.y ese es el momento en el que caliento ritualmente un poco de agua mezclada con leche, y cuando hierve, retiro la tetera del fuego,y añado entonces el te,con unas cucharaditas de azucar. abro el armario,cojo las deliciosas palmeritas y me dirijo,tetera y dulces en mano, a ese rincon especial. me siento, me sirvo un vasito....y me evado. disfruto del sabor, de la conversación con mi yo interior,y por una milésima de segundo me siento en paz con el universo.
y a veces me acompañan: